Accoglienza Pellegrina
el cammino jacobeo de Pietrasanta a Pistoia

el cammino jacobeo de Pietrasanta a Pistoia

Un camino de «proximidad», una ruta devocional, un viaje por una parte de la Toscana rica en historia y arte, en un entorno natural inolvidable, nacido del compromiso de hospitaleros voluntarios y del comité del pueblo de Valpromaro.
Se trata de un interesante itinerario con características especiales, tra las huellas de la tradición peregrina, que con ocasión de los años santos 2021/22,  se centra en la peregrinación a Pistoia, la «Santiago menor» italiana.  La iniciativa está promovida por el comité del pueblo de Valpromaro, pequeña aldea compartida por los municipios de Camaiore y Massarosa, que lleva años acogiendo a los peregrinos en su casa parroquial.
El recorrido se ha diseñado en cinco etapas y sigue, en el tramo de Pietrasanta a Lucca, el trazado de la Vía Francígena y, en el tramo de Lucca a Pistoia, el del Cammino di San Jacopo.  Con la animada colaboración de las asociaciones locales, se ha reforzado y mejorado la señalización y se han añadido algunas variantes.

La página web

Del diseño y la realización de la ruta y de la página web que la promociona se han ocupado tres peregrinos y hospitaleros de Accoglienza Pellegrina, la asociación italiana que agrupa a los Hospitaleros Voluntarios afiliados a la Federación Española, activos en el Camino de Santiago.
La página contiene todo el material necesario para enterarse de los lugares,  de los servicios, de la historia y de los aspectos artísticos y culturales más destacados. Las etapas están descritas y apoyadas por tracks GPS.  Se ha traducido al inglés y al español para ampliar el área de interés: en particular, participarán las asociaciones que, como Accoglienza Pellegrina, forman parte de la red mundial de todas las que gestionan la acogida de peregrinos en Alemania, Holanda, EE.UU., Canadá, Francia, Brasil, Australia y Nueva Zelanda, todas ellas pertenecientes a la Federación Española con sede en Logroño.

Acogida

La ruta busca los ambientes que caracterizan los caminos de Santiago, y se proponen finales de etapa en lugares donde se practica la acogida tradicional, conforme al espíritu que anima esta iniciativa. Los albergues de Valpromaro, Lammari (Parrocchia di San Jacopo), Serravalle Pistoiese (Dimora il Bucine) y Pistoia (Ostello Sant’Andrea) son albergues de donativo.

La ruta

Teníamos la intención de adjuntar en cien kilómetros los lugares, momentos y emociones que se viven en la mayor peregrinación de la tierra de España. También aquí llegamos a las reliquias del Apóstol, en la bella y antigua ciudad de Pistoia. Esta es la síntesis de nuestra propuesta. El camino sale del claustro del convento de los frailes franciscanos de Pietrasanta, pasa por la antigua iglesia de Santa Felicita y sube la colina de Cannoreto, la primera de muchas subidas, cortas e intensas, que conducen a miradores panorámicos de gran belleza. La vista se extiende sobre la llanura, el mar. Luego será campo, viñedos, olivares y ciudades antiguas.   Después de Camaiore, nos espera una segunda subida, más exigente, que nos lleva al Monte Magno, luego a Gualdo y baja a Valpromaro, un nuevo Roncesvalles, con razón, ya que se trata de una acogida de peregrinos que recuerda a la de Grañón, icono del espíritu del Camino Jacobeo (1.etapa 1). Llegamos a Lucca por senderos fragantes a la vista de valles interminables, deteniéndonos en antiguas iglesias parroquiales, casi olvidadas y alejadas de los lugares más frecuentados. En Lucca, encontramos «il fosso», un canal artificial que lleva las aguas del Serchio y que nos acompañará, desapareciendo y reapareciendo, hasta casi Lammari, donde, en la iglesia de San Giacomo, el párroco Don Giovanni nos acogerá fraternalmente (2. etapa).
Desde Lammari alcanzamos las colinas y atravesamos los pequeños pueblos reunidos en torno a las antiguas iglesias parroquiales, para llegar a Petrognano, San Gennaro y luego Collodi con la sensación de que en cada recodo del camino nos encontraremos con un grillo parlante o con el gato y el zorro.  A continuación llegamos a Pescia, una extensión de invernaderos, una ciudad animada con niños que juegan a la pelota en las calles en un alegre desorden (3.etapa).  Tras pasar por los bellos pueblos de Uzzano, Stignano y Buggiano Castello, descendemos a Montecatini, el mayor centro urbano de esta ruta, admirando los edificios del balneario, el Kursaal y los hoteles históricos. Pasada Pieve a Nievole, volvemos al campo, acompañados en algunos tramos por la cercana autopista. Arriba nos espera Serravalle Pistoiese, con sus torres, un pueblo antiguo y ventoso en el que queremos detenernos. Es uno de los puntos más interesantes del viaje, donde podemos echar la vista atrás al camino recorrido y al que aún nos queda por recorrer (4.etapa).
El último tramo de la ruta sigue por el campo cruzando Groppoli y la iglesia parroquial de San Michele para llegar al convento de Giaccherino. Aquí es inevitable pensar en el Monte do Gozo, desde el que se divisa la cima de la catedral de Santiago, pero también en el Monte della Gioia, en el Monte Mario, ya en Roma, donde el peregrino francígeno se encuentra por primera vez con la gran cúpula de San Pedro. A continuación, descendemos por el largo Vía Crucis hacia el centro de Pistoia, donde nos encontramos con el mojón gallego, la gran plaza de la catedral y, finalmente, entramos en la capilla dedicada al Apóstol donde se conservan las reliquias, delante de un imponente altar de plata.

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